Camilo en Casanare

Camilo Torres solo tuvo una razón para morir el 15 de febrero de 1966 en  Patio cemento, corregimiento de San Vicente de Chucuri en el departamento de Santander. Su deseo dever una patria Colombiana, justa entre lo justo y para todos sus ciudadanos;  en especial para  aquellos  que conformaban lo que el denominaba la clase  popular:los desvalidos, los asalariados, los ultrajados y vilipendiados, es decir  las multitudes de colombianos que se encontraban sumidos en la pobreza en los años de aquella época.

Eran  los tiempos de la revolución cubana, de Fidel y el Che, de un mundo que se debatía en la confrontación bipolar este oeste, rojos y blancos, capitalistas y comunistas, de izquierdas y derechas; eran los tiempos de la guerra fría  y el país cerraba las heridas de la violencia bipartidista producto de la muerte del caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán,  y se sumía en la peste del insomnio  provocada por el frente nacional  y que adormecía  a los colombianos en su triste pobrecia;  mientras los partidos de turno -liberal y conservador-  los mismos que arrojaron al país en la violencia de color, se repartían burocráticamente la administración del Estado.

Sacerdote de vocación fiel a la doctrina de cristo,  hizo del evangelio de los podres un deber constante y un compromiso de sacrificio. Como Sociólogo se preocupó por llevar  la academia a la práctica y  sacarla de las aulas universitarias para acercarla a los problemas del país,  aportando elementos teóricos con el fin de construir soluciones In situ, que ayudaran a Colombia a salir de su atraso, dependencia y subdesarrollo.

Su vocación política lo llevo a crear  el  Frente Unido del Pueblo como una plataforma para agrupar  sin colores ni razas, ni credos políticos, a todo los que quisieran  apostarle a la construcción de un país más equitativo y con   oportunidades para todos. Propuesta para su tiempo en un país donde los espacio políticos democráticos no existían.  En su programa de lucha, propuso una Reforma agraria sustentada en la idea de la tierra para quien la trabajara, una Reforma urbana que garantizaba el acceso a la vivienda,  un plan para industrializar el país acompañado de la nacionalización  de las empresas del Estado, una política tributaria de acuerdo a la renta, y  un plan de seguridad social que garantizaba  el derecho gratuito para la atención de la población en materia de Salud y atención médica, desempleo, invalidez, vejez y muerte.
Camilo en la guerrilla

 
Su amor por los desposeídos y la compresión científico social sobre el origen  y las causas de la miseria que  azotaba a los colombianos,  lo llevo a la toma de conciencia  de que solo arrebatándole el  poder a la clase dirigente,  (aquella que había firmado el 24 de Julio de 1956 en España el pacto de Benidorm  dando origen al  Frente Nacional  y que le permitía alternase sucesivamente el poder presidencial cerrando  filas para la participación de la gente, ajena a los dos partidos tradicionales) se podía construir una Colombia más justa y soberana. Tomo la decisión de ingresar en  la naciente guerrilla del ELN como  opción para conquistar el poder  a través de las armas y cambiar la estructura social que mantenía en la miseria y el atraso  a Colombia.

Hace 47 años Camilo Torres  murió en su primer combate en la guerrilla,  buscaba su fusil en el típico ritual de bautizo en la causa subversiva cuando las balas impactaron su cuerpo. Su muerte conmociono al mundo, su imagen barbada y con los brazos abiertos forjaría el mito del cura guerrillero,  y del teólogo  de la liberación.
Eran los inicios de un conflicto que se postergaría hacia adelante  y  que cambiaría con los años venideros, para perpetuarse bajo los síntomas de la peste del insomnio,  encadenando a vivir los colombianos horribles noches  de sangre, destierros y encierros;  sumiendo a Colombia en un espiral de violencia sin retorno.

Lo curioso es que Camilo murió a manos de un soldado que de seguro fue llevado contra su voluntad y provenía de la clase popular, aquella por la cual Camilo decidió jugársela hasta las últimas consecuencias yéndose pal monte a pelear contra las elites con el fin de conquistar el poder. Su cuerpo fue ocultado y negado a su familia para evitar peregrinaciones a su tumba y  evitar convertirlo en un mito y en un héroe sin pensar que a pesar del tiempo su pensamiento perduraría y Camilo sigueria siendo un profeta para nuestro tiempo.

 Hoy en las postrimerías del siglo XXI se mantiene este conflicto armado que sigue cobrando la vida de soldados y guerrilleros; y si hacemos un ejercicio  de aritmética simple  la suma de los dos bandos nos da como resultado que son colombianos.

Pareciera que la paloma de  la paz asomara sus narices  una vez más en suelo colombiano. Los  diálogos crean la remota esperanza en el pueblo colombiano que se acerca el fin del conflicto insurgencia-Estado (aunque el Estado esté negociando con una de las varias guerrillas) que solo dará frutos si los actores en negociación tienen la gallardía de poner de su parte y abrir la senda para transitar hacia allá.

Esto pasara obviamente, si la guerrilla depone las armas y hace política sin fusiles y el gobierno (o las elites que tienen  el poder económico para hacerse elegir en periodo de elecciones) construye espacios para la participación  política de la guerrilla sin que se  experimente el genocidio de la UP.

Lo que significa, que las elites estén dispuestas abrir una plaza para que la guerrilla le hable al país en la tribuna pública; y  la gente pueda escuchar su discurso político por el que se levantaron en armas y en el que hablan de la  transformación del país para el buen vivir de las mayorías. Haciendo  uso de sus ideas y  palabras como lo demanda el buen sentido de la democracia, sin necesidad  del tronar de  los fusiles; allanando el camino para que un día puedan llegar al poder.  Lo que obliga a que en este país del sagrado corazón donde la política por regla general  se hace con aguardiente y lechona, con dadivas y prebendas, con compra de votos y trashumancia electoral  (el que más billete tenga gana) se de en igualdad de condiciones en una  franca y sana competencia y en igualdad de  oportunidades para deliberar los planteamientos políticos.

Lo único que puede pasar  es que el país se enamore de su propuesta de ríos y mieles, de  leche  y panes multiplicados,  y crea en su  modelo de desarrollo y los escoja para salir de su triste pobrecia.  Eso claro está, si las elites lo permiten y los dejan gobernar pensando en el bienestar nacional, o se vuelven un obstáculo para ellos,  se hacen los de la vista gorda y le aplican la política de los tres hierros (encierro, destierro o entierro)  para permanecer ellos en las prebendas y mieles que brinda el poder del Estado.

Como también puede ocurrir, que el pueblo al que dice pertenecer y defender la insurgencia;  los ignore y quiera seguir durmiendo bajo la peste del insomnio en un júbilo inmortal, sin que cese la horrible noche y siga sumido en su propio reality existencial.  O más aun puede acontecer que toda la gente se abstenga de votar haciendo gala de su voluntad escéptica de cansancio de zozobrar en la trampa de la democracia.

Lo que si es cierto es que la paz, ese lugar idílico de remanso, tranquilidad y espiritualidad que se alcanza al llegar al paraíso, y que fuera enunciado por Jesús hace 2013 años en sus predicas a los judíos, paganos, impuros e impíos en el mar de Galilea; esta en las claves mágicas del evangelio de la buena nueva, que predico y aplico y por el cual fue sacrificado: darle  de comer al hambriento, ayudar a los desvalidos, curar a los enfermos, socorrer a los menesterosos  y dar de beber al sediento.


Ese mismo paraíso lo imaginó, lo soñó y busco Camilo siguiendo la palabra de Jesucristo en el evangelio de los pobres, y puede llegar a nuestro país si erradicamos las causas que  obligaron a marchar a Camilo  para el monte y que hoy mantienen  en una triste pobrecia  a más de  20  millones de compatriotas y del cual se desprende este conflicto que se acerca a sus bodas de oro a sabiendas que en este país de mieles y leches hay riqueza suficiente para garantizar el bienestar y la tranquilidad de todos.

PD. Un día como hoy hace 449 años  murió Galileo Galilei aquel brillante científico  italiano que abrió los caminos para el desarrollo de la ciencia moderna y cuyos experimentos aseveraciones tesis y publicaciones lo puso en la mira del tribunal de la Santísima Inquisición obligándolo a que se retractara de sus afirmaciones de que la tierra era  la que se movía alrededor del sol y no al contrario.

“Eppur si muove” !
Y sin embargo se mueve… cuenta la leyenda, es lo que murmuro Galileo  en vos baja cuando leían la sentencia  que lo  condenaba a vivir confinado en su residencia el resto de su vida. 
Del mismo tribunal se desprendería en el siglo xx las inquisiciones contra los curas de la teología de la liberación que los excomulgaría por optar  por el evangelio de los pobres. Para la muestra el caso del sacerdote y teólogo brasilero Leonardo Boff que fuera condenado al silencio  por  la Congregación de la Fe, heredera de la vieja Santa Inquisición cuyo prefecto era Ratzinger hoy Benedicto XVI.


Camilo Sacerdote