lunes, 26 de agosto de 2013

El campesino embejucado

Un días  mas que amanece en el país del sagrado corazón , una mañana tenue y fría pinta en el horizonte, los nubarrones a lo lejos  anuncian  un día lluvioso y  los reportes de las noticias  hablan de la continuidad del paro nacional agrario  que  el gobierno se atreve a desconocer. Mientras tanto  en las centrales de abasto algunos productos empiezan a escasear y por ende a encarecer; y nuestros  campesinos siguen apostados en las vías levantando su voz de protesta, generando  ruido y resonancia, para elevar su clamor ante los dirigentes de la nación y hacerse sentir, en aras de exigir y demandar sus derechos a una vida digna  en el campo;  porque la existencia en el, de un tiempo para atrás se ha vuelto difícil,  se ha hecho inviable y dura de llevar, desde que al país empezaron a ingresar los mismos productos que ellos cultivan pero a precios mas bajos, entre otras vicisitudes.
Como no recordar cuando  con bombos y platillos las administraciones de turno  desde Gaviria, Samper, Pastrana, Uribe al cuadrado y santos hoy;  anunciaron las bondades de los acuerdos de libre comercio   y establecieron la apertura liberal, abriendo  las puertas del país  a los famosos  TLC que hoy arrojan como resultado la quiebra de muchos campesinos;  hermanos de sangre y estirpe colombiana, los mismos que durante años, muchos años atrás,  en su tradición de cultivadores;  han sido  los responsables  de que  en nuestras mesas se sirva el arroz, la papas, las verduras y muchos alimentos  que consumimos diariamente  en este el país del sagrado  corazón…..y que hoy en las vías piden soluciones a sus peticiones.

 ¿Cuales son sus exigencias  y demandas? la dignificación del campo colombiano, que se traduce en la oportunidad de cultivar con  igualdad  de oportunidades.

Que hacer nosotros lo citadinos, los homos urbanos, los que habitamos  la gran mancha gris de cemento  que acostumbramos a llamar ciudad.

Por que no un cacerolazo citadino, una bullaranga urbana de apoyo y solidaridad para con ellos. También son nación,  gente tricolor que vive  en diversos lugares  de  la geografía colombiana, que con  su identidad construyen territorio;  pero sobre todo, nuestra subsistencia en parte se debe a ellos.

Aquí la bella canción de Oscar Humberto Gómez  el campesino embejucado, compuesta en el 2001  y que a través de su ritmo de bambuco y guasca  canta con sus palabras una realidad del campesino en un capítulo de la historia del país. Cuando al labriego  se le desterraba por uno u otro actor del conflicto yendo a migrar a las ciudades  y engrosar los cinturones de miseria.

“Me tiene arrecho con tanta jupuerca preguntadera  de que color es mi bandera, que si yo soy godo o soy liberal, me tiene Berraco con tanta jupuerca averiguadera que si soy eleno, que epelo siquera apoyo a la Auc o soy de las Farc”


http://www.youtube.com/watch?v=AK5Zt76rN44


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