9 TRAVESIA KAMINANTES TRASHUMANTES SIERRA NEVADA DE COCUY Y GUICAN.
En los primeros días del mes de Enero del 2014, como Kaminantes Trashumantes tuvimos la oportunidad de realizar la novena travesía por uno de los lugares mas emblemáticos de la geografía colombiana: La sierra nevada del Cocuy y Guican; localizada en la cordillera oriental entre los departamentos de Boyacá, Casanare y Arauca, y uno de los 56 parques naturales del país en cuyas alturas se encuentra la masa glaciar mas grande de Colombia con 22 picos nevados.
Fueron seis días de travesía; de extenuantes y alegres caminatas, que nos permitieron adentrarnos en los linderos de la pachamama, para conocer los paisajes de la alta montaña sus biomas y ecosistemas estratégicos, reconocer los lugares ancestrales de la comunidad indígena UWA y aprender de los saberes de los campesinos de los andes.
Los trece trashumantes ( Don Rafa, Andrea, Alejandra, Ana María, Yuri López, Pino,Unda, Juan Diego, Miguel Moreno, Félix,Cesar, Luis Oropa y quien escribe) tuvimos el honor y el placer de caminar por sus entrañas -con el respeto que nos caracteriza por la montaña y el valor espiritual que esta encierra - Y aunque el objetivo primario de darle la vuelta a la sierra no se pudo llevar acabo por disposiciones de Parques Nacionales y prohibiciones mismas de la comunidad UWA, contamos con el beneplácito de caminar por encima de los 4000 msnm sobre la margen izquierda aguas arriba del rio Lagunillas en dirección al albergue de alta montaña SISUMA; (que en lengua UWA significa nieve) y del cual parte el camino que posibilita el ascenso al pulpito del diablo y el pan de azúcar en dirección noroeste a 4900 msnm.
En nuestro trashumar caminamos rumbo al oriente hasta el paso del Cusiri, atravesando las lagunas La pintada, La cuadrada, La atravesada y La parada hasta llegar a los limites geográficos donde empieza el departamento de Arauca y en cuya ruta se encuentra la emblemática laguna de la Plaza.
Estas son nuestras andanzas y alegrías..
La alegría de subir a la montaña.
Llegar a la montaña es respirar nuevos aires, es alejarse de lo urbano y lo cotidiano de la ciudad para adentrarse en otros lugares de la geografía colombiana, es dejar atrás el estrés citadino que encierra muchas veces la labor profesional del compromiso laboral,para percibir nuevos aires vientos y soles en aras de cargarse de energía y buena vibra con el fin de conquistar las metas y propósitos establecidos para el año.
Arribar al municipio del Cocuy luego de 10 horas de viaje en un bus y remontar la cordillera oriental desde los 460 msnm en Villavicencio para ascender al casquete glacial a 4900 msnm, es asimilar lo que en meteorología y climatología se conoce como el gradiente vertical de temperatura; que no es mas que la disminución de la temperatura con la altura y el cambio en las características biogeográficas de los lugares con base en ella.
La alegría de subir la montaña se refleja en los colores del paisaje que capturamos a través de la percepción visual que genera en nuestros cerebros la parte visible del espectro electromagnético cambiante de tonalidad con la altitud y la danza que ejecuta nuestra tierra alrededor del sol en su ciclo de rotación; marcando el naciente y el poniente de oriente a occidente; y cuya luminosidad influye en los matices que le inyecta nuestra estrella madre al paisaje en la madrugada, la mañana, el medio día, al caer la tarde y en la misma noche.
La alegría de conocer la geomorfología que encierra el paisaje de alta montaña, los plegamientos del relieve producto de muchos años de actividad geotectónica, los los valles y morrenas que surgen por el trazado de las lenguas glaciales.
La alegría de contemplar y sentir los descensos de temperatura, el granizo que cae con el paso de un frente frio y la escarcha que se forma con la helada madrugada.
La alegría de ver como se forman las quebradas al bajar el agua por la montaña; contemplarla diáfana y cristalina para recogerla y sentirla pura en la garganta.
La alegría de contemplar las lagunas de alta montaña azules, verdes y resplandecientes que le inyectan sus características a la biota del lugar.
La alegría de bañarse a 3900 msnm en las aguas súper frías del lagunillas, uno de los afluentes de la cuenca media del rio Chicamocha, que nace en la laguna la pintada.
La alegría de sentir el olor de la alta montaña,escuchar el crujir del viento cuando se mueve entre las rocas y el leve silbido que genera en el fondo del valle cuando surca el camino de los frailejones.
La alegría de encontrarse con la gente en el camino,con otros colombianos que también se aventuran a conocer el país y ascender sus cumbres. La alegría de concurrir con extranjeros que dejan por unos días su lugar de origen para enrumbarse por estas latitudes en busca de nuevas aventuras y se atreven a remontar junto a nosotros nuestras imponentes y sagradas montañas.
La alegría de hablar con los campesinos o nativos de la sierra, que con la calidez y sencillez humana que caracteriza la gente del campo, le abren la puerta a los turistas para contar sus historias y experiencias de vida en esas tierras mágicas. Como don Alejandro Herrera, hijo de uno de los primeros colonos de esas latitudes que abrieron brecha montaña adentro y construyeron el sitio de paso y refugio de alta montaña conocido como los Herrera; un punto en la geografía de la sierra por donde se llega al Pulpito del diablo y quien esta dispuesto a brindarle al caminante su cálida mano. O José María que nos presto su refugio y nos abasteció de leña en su cocina para abrigarnos de las bajas temperaturas, calentar el agua de panela y preparar la cena; o Don Fabio, guía y vaquiano de la zona en cuyo refugio brinda calor humano y esta dispuesto a charlas por horas bajo la luz de un vela, contando los secretos que encierra el nevado y guarda en un saber. Y que decir de Don Mario quien presta el servicio económico de transporte en temporadas de verano a los caminantes del nevado y en épocas de estudio recoge en su buseta a 55 niños del campo para llevarlos a estudiar a las escuelas de las veredas. Siempre dispuesto a negociar y a prestar un excelente servicio de transporte.
Y la alegría de saberse compañeros, caminantes y viajeros que dejamos a tras por un instante nuestras vidas urbanas, para encontrarnos con el espíritu de la fraternidad, la solidaridad y el compañerismo en el seno de la pachamama.
La alegría de conocer el pulpito del diablo y el pan de azúcar
No hay cosa mas dura y agradable que levantarse a las 4 am y salir a caminar con la temperatura ambiente sobre los 0 grados, cobijados bajo un cielo estrellado con los soles y galaxias iluminando la bóveda celeste. La respiración se entre corta, pero los ánimos vitalizan el momento por que es el día de hacer cumbre y llegar al casquete glacial. Los primeros destellos del alba se asoman por el horizonte dibujando varias siluetas sobre el paisaje rocoso que sucumbe a lo lejos; reavivando la leyenda UWA de que en los territorios de su descendencia sus ancestros se transformaban en enormes piedras. El camino amanece cubierto de escarcha y por momentos nos hace perder el sentido de la orientación. Las espeletias que bordean el lecho del cauce del lagunillas nos recuerdan que crecen tan solo un centímetro por año y se convierten en testigos centenarios de la vida en estos parajes. Poco a poco la luz del sol emerge por el oriente para inyectarle su tonalidad al paisaje y a lo lejos en el horizonte un mojón brilla con el sol en el camino hacia el paso del Cusiri.
Subir al pulpito del diablo y al pan de Azúcar desde el refugio de Miguel Herrera implica transitar por varios trechos. Se arranca desde los 3800 metros para llegar a los 5000 msnm. El primero es un trayecto sin pendiente relativamente plano que se hace desde el refugio de los herrera en sentido suroeste hasta la cabaña SISUMA ubicada los 4000 msnm. El otro es el sendero que marca la entrada al casquete glacial desde la cabaña y desde donde se puede vislumbrar el campanilla negro y blanco,trayecto que empieza a imprimir un nivel de pendiente al recorrido llegando al sector del Hotelito sobre el borde de la morrena glacial. El ascenso son 200 metros sobre el gradiente vertical y cubre una distancia de un poco mas de dos kilómetros. El siguiente trayecto es el camino que lleva hasta el paso del conejo a 4500 msnm; uno de los recorridos mas complejos de la ruta por el nivel de la pendiente pero que no implica ninguna dificultad para llegar a la laja -el premio de montaña- punto desde donde se divisa a lo lejos el pulpito del diablo. De allí al casquete de acuerdo al ritmo del caminante son 40 minutos para llegar al borde sobre los 4900 msnm donde empiezan las nieves perpetuas y ascienden al punto mas alto del pico del pan de azúcar sobre los 5120 msnm.
Sobre el deshielo en Colombia
Cuando ascendíamos al pulpito del diablo en nuestro cuarto día de travesía; en medio del cansancio y la fatiga por la falta de oxigeno y los efectos propios del gradiente vertical; tuve la oportunidad de conversar con Felipe el viejo y curtido guía de la sierra, lugar que conoce como la palma de su mano y donde presta sus servicios en temporada de verano. Desde lo alto de la montaña, cerca de la laja y sentados sobre una gran roca (donde nos habíamos ubicado con el fin de recargar energías disipadas por el desgaste del ascenso) comenzó a platicar sobre el deshielo glacial que venia sufriendo los picos de la sierra del Cocuy y Guican. Mirando hacia lo profundo del valle glaciar señalo con su dedo anular hacia un punto distante del paisaje descifrando el lugar hasta donde llegaba el casquete glaciar. (La geomorfología del lugares testigo de ello puesto que a dado origen a las morrenas laterales; sedimentos de arena, grava y piedras depositado y transportado por glaciares donde el caminante transita sobre ellas) Profe me dijo, hasta allá llegaba la masa glaciar, un poco mas abajo de las lagunas del Campanilla. Y con nostalgia comento a los que lo escuchábamos; que por año el nevado sufría un retroceso de 20 metros. Y los datos de Felipe no son salidos de su imaginación sus ojos han sido testigo fieles desde que caminaba en su infancia por el.
Según un informe del instituto hidrológico, de meteorología y Estudios Ambientales de Colombia elaborado en el 2010 para las Naciones Unidas, el retroceso de los glaciales de alta montaña en el país es eminente. En las últimas décadas Colombia ha sufrido una de glaciación del 3 y 5% de su masa glacial que se corresponde con las estimaciones del curtido guía. En enero del 2009 que corone el casquete glacial, establecí un punto o mojón con una roca enclavada en el lugar por si algún día volvía a la montaña para evidenciar el retroceso de la masa glaciar. Al volver cinco años después en los primeros días del 2014; puedo decir sin temor a equivocarme que el glacial a retrocedido un buen numero de metros donde estaba expuesta la roca. Las alertas se han prendido; y al ritmo del cambio climático y el calentamiento de la tierra se estima que unas dos décadas desaparecerán los pico nevados en Colombia.
Así que los lectores de esta crónica trashumante organicen su moral, prepárense físicamente y moralmente para las caminatas; y aventurasen por los parajes de la sierra nevada del Cocuy y Guican, antes de que llegue el día en que el pulpito del diablo, el pan de azúcar, otros picos nevados de la sierra y de Colombia dejen de tener en sus cumbres masa glacial.
Por ahora nos despedimos visibilizando y proyectando en el futuro cercano las próximas travesías a trasegar: Sierra de la Macarena yRaudales del Inírida y cerros de Mavicure.
Buen viento y buen caminar.
PD. En una de las muchas conversaciones con los nativos de la sierra, nos comentaron con preocupación al calor de un agua de panela, sobre los intereses de un pulpo empresarial que pretende construir un hotel sobre el refugio de los Herrera. Esto a prendido las alarmas en ellos por las externalidades negativas que traería para el ecosistema de esta zona; pero sobre todo para la armonía de los pobladores quienes obtienen una parte del sustento como guías de montaña. “Ya nos estamos organizando y rejuntando piedras. Incluso si es necesario llamar a los guerreros de la montaña, no dudaremos en hacerlo, suficiente tenemos con que los de parques cobren y a la región no le quede nada”