¿Por que no hay clase? me pregunto camilo ayer en la mañana cuando
le anunciamos
a el y a todos los compañeros de la institución; de que los
maestros nos íbamos al paro nacional indefinido. Luego de la algarabía, la felicidad, el regocijo
y el bullicio del saber que no iban a tener
por unos días clase; intente
explicarle a mis alumnos del porque los
maestros de Colombia hacíamos un alto en el camino y cesábamos las actividades
en la educación secundaria, primaria y preescolar.
Tres cosas nos mueven a parar. Dotación económica, dignidad
docente y bienestar estudiantil.
Si ustedes miran su salón de clase; han de encontrar ventanas sin
vidrios, techos por donde corre y filtra el agua a cantaros, pupitres en mal
estado con muchos años de uso y desgaste, instalaciones eléctricas
disfuncionales, paredes sucias, pisos sin encanto y la inexistencia de
laboratorios para las practicas escolares. No hay psicólogo y enfermeras para brindar atención en casos
especiales; y el bienestar estudiantil que complemente y acompañe el proceso
formativo de los estudiantes brilla por su ausencia; ligado a otras vicisitudes que afronta su colegio, por que hace muchos años los gobiernos de
turno han recortado lo recursos económicos para mantener las instituciones en
su política de ajuste fiscal. ( acto legislativo 01 del 2001, acto legislativo
04 del 2007)
Desde que se anuncio con bombos y platillos la gratuidad en la educación; el gobierno nacional destino 6500 pesos por
estudiante de forma mensual para estudiar en
el paraíso de la gratuidad. Con ese presupuesto y un poco mas; la institución debe afrontar el sostenimiento
de la planta física, el mantenimiento y dotación de equipos, pagar servicios, dotarse
de papelería y otros enseres propios del funcionamiento institucional y sobrevivir durante el año electivo escolar. Y
al día de ayer no había girado el presupuesto a los colegios a nivel nacional.
Este año la ministra de educación en el debate en el congreso
anuncio que el gobierno dejo de destinar 4.5 billones de pesos al sector de la
educación. https://www.youtube.com/watch?v=i3esa3E27uI) Y así quieren implementar la jornada única.
Sino hay dotación económica para la institución educativa y se garantiza
bienestar estudiantil amanecerá y veremos.
Todo esto sin contarles los problema de ascenso y mejoramiento
salarial en que se encuentran estancados los nuevos docentes -bautizados con el código del desarraigo 1278- que para ascender
tienen que presentar una prueba de Estado calibrada para que solo pase un
ínfimo porcentaje de maestros por disponibilidad presupuestal.
Sumado a las dificultades en materia de salud que afrontan los
educadores, por el mal servicio que prestan los operadores de salud a nivel
nacional y en particular en la atención especializada. Sin hablar del déficit que el gobierno
nacional tiene de 88 billones de pesos
con el fondo de prestaciones sociales de los maestros.
Sin dignificación de la
profesión docente no hay calidad educativa
Desafortunadamente en este país para que un gremio sea escuchado tiene que
recurrir a mecanismos de protesta y de
presión en aras de que su grito
disonante sea escuchado por el gobierno nacional y este atienda sus demandas y
exigencias.
Los campesinos hace dos años paralizaron los campos de
Colombia exigiendo frenar las importaciones, mejorar los subsidios para el agro y otras reivindicaciones propias del campo. Los
indígenas unos años atrás se tomaron la vía panamericana y marcharon a la
capital exigiendo tierras e independencia. La rama judicial el año pasado cerro
los juzgados exigiendo mejoras económicas en su desempeño laboral, y hace poco los camioneros silenciaron los motores y se aparcaron en las arterias viales del
país con reivindicaciones propias del gremio camionero.
Tengan lo por seguro que si nos paramos con pancartas y carteles en un parque a
gritar y arengar consignas propias del gremio docente, tal vez aremos bulla y
algarabía como la que ustedes hacen hoy al saber que no tienen clase; y a lo mejor nuestros gritos de protesta con el paso del tiempo sean un simple eco que
lleva el viento y termine arrumado en las cloacas del olvido y la sin memoria
del gobierno nacional.
Pero cuando se silencian
las clases, y se cierran las puertas de los colegios oficiales, el gobierno nacional siente la presión y se sienta a
dialogar y a negociar – si tiene buena
voluntad-. Nosotros paramos no por que no queramos hacer clase o
algo por el estilo;
sino por que de ante mano
sabemos que la educación publica esta en crisis como en crisis esta la salud,
la rama judicial, el sistema
penitenciario y muchas cosas mas…. y
esto tiene que mejorar.
Hoy cuando se habla de Paz y posconflicto, de parar la guerra que ha desangrado al país
por mas de cincuenta años; la educación
se convierte en un arma única y poderosa para allanar las alamedas por donde ha
de transitar la COLOMBIA del Posconflicto.