miércoles, 21 de septiembre de 2011

Vuelven las carabelas (locomotoras del progreso)

Vuelven las carabelas   (locomotoras del progreso)

 Y de nuevo estalla la protesta en Puerto Gaitán. Esta vez en inmediaciones de las instalaciones del campo petrolero  de la multinacional  canadiense Pacific Rubiales. Los trabajadores exigen el cumplimiento  a los acuerdos del 3 de agosto, que  Pacific Rubiales se niega aceptar mientras precariza la mano de obra y contrata temporalmente   en condiciones indignas de trabajo.

Hace 519 años arribaron a este continente la niña la pinta y la Santa María los hombres que venían en ellas descubrieron  lo que ya estaba descubierto hacia miles de años, y con  la espada y con la cruz,   saquearon lo que el pueblo aborigen no había explotado.

Hoy vuelven de nuevo las carabelas,  no son la pinta, ni la niña; son las multinacionales Inglesas(British Petroleum ) canadienses, (Pacific Rubiales) norteamericanas (OXXY)  españolas, ( Repsol) brasileras  (Petrobras),  sudafricanas (Anglogold Ashanti)  entre otras, que  se visten con la máscara del progreso y el rotulo del desarrollo y hacen de este inmenso territorio colombiano un festín a sus ambiciones petro minerales.

Colon llego con espejos biblias y otros enseres,  ellas hoy en día hacen  actos de buena fe que se traducen por lo general en la readecuación  de una escuela, donación de instrumentos para la banda del pueblo, canchas de basquetbol, dotación de balones de futbol, la pavimentación de una calle o a mayores  la creación de un colegio.

Ellas se llevan la máxima ganancia,  Dejando a su paso las esquelas de las externalidades negativas como el deterioro y la contaminación  ambiental,   el encarecimiento de la vida  y la rugosidad en el paisaje. Al  gobierno  central le corresponde  otra parte, que devuelve como regalías a los entes territoriales productores, para que los  políticos  corruptos se  las roben;   mientras el territorio y su gente, aquella que vive día a día  en el,  tan solo  le queda la  bomba social, la usurpación, el saqueo  y la desesperanza.

 Es  el precio por vivir sobre un recurso natural,  es el precio de no tener industria nacional  que explote los recursos naturales, industria  que no le interesa fomentar a las multinacionales, porque no necesitaríamos de ellas y las máximas ganancias  se quedarían aquí. Es el precio de estar sujetos a las imposiciones del capital trasnacional que dictamina las directrices para los países en vía de desarrollo.  Es la desgracia macondiana de no tener una elite patriota que sienta los colores de la bandera colombiana  y piense el país, no desde la óptica de sus intereses, sino desde el común de la gente.

 Porque no soñar un  país con una visión a largo plazo donde el desarrollo sea optimizado a escala humana pensando en el buen vivir, la dignidad de la gente y el respeto por la madre naturaleza,  pero sobre todo que los recursos naturales que se extraen del territorio sirvan para lograr esos propósitos y no se queden en las cuentas bancarias de unos pocos.

Porque no una refinería y una industria petroquímica en la región si somos los primeros productores  

Porque no una facultad  de petróleos y recursos naturales para capacitar a los habitantes del Meta en el manejos de estas competencias en aras de obtener una profesión de acuerdo a estas áreas de desempeño

Porque  no un modelo de desarrollo equilibrado con la madre naturaleza  que involucre a sus habitantes y no los deje por fuera de  el

Si somos el principal productor de petróleo en el Meta,  esta bonanza debería abrir  el camino para que el departamento también sea el primero en el país en materia de cubrimiento de educación, salud, infraestructura, saneamiento básico,  atención a la niñez, al adulto mayor,  y a los discapacitados.






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