domingo, 22 de julio de 2012

LA CUMBRE DE RIO 20 ENTRE CONCEPTOS ESPERANZAS Y MENTIRAS MÁS ALLA DEL DISCURSO LA DEGRADACION DEL PLANETA



El pasado 20-22 de junio se desarrollo en  Rio de Janeiro la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable RIO­+20 ( CNSD) evento  que agrupo a cerca de 100 jefes de Estado representantes de 200  países,  12 000 funcionarios  y activistas de 9800 ONG del mundo. Los objetivos de la cumbre radicaban en la urgente necesidad de pensar la situación del planeta tierra a futuro y su conservación antes los cambios del siglo XXI tomando como puntos de referencia la renovación del compromiso para el desarrollo sostenible, evaluar los alcances y dificultades en su implementación y construir los nuevos retos a futuro incluyendo temas como el de la Economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y un marco institucional para el desarrollo de este.
A Rio­+20 llegaron tres  bloques de poder para disputar la lógica de sus intereses, por un lado la Unión Europea y Estados Unidos representantes del norte industrializado y consumidor voraz del gran porcentaje de los recursos naturales que se extraen de la tierra. Por  el otro lado asistieron  los llamados países en desarrollo agrupados en torno al G77+China portadores de las grandes riquezas naturales y condenados a la larga noche del subdesarrollo.   y un tercer bloque a través de la articulación de los países  del BRIC (Brasil, Rusia, India y China)  que hicieron tambalear la hegemonía del bloque desarrollado a la cabeza de Estados Unidos.
Luego de tres días de ires y venires, de discursos rimbombantes y elocuentes por la defensa del planeta -pero nada prácticos- quedo un documento final de 59 páginas y 283 párrafos,(documento que de por si que no menciona la crisis económica y financiera global y  que tan solo introduce variables epistemológicas y cambios en la concepción del paradigma del desarrollo, dejando a tras la concepción de la naturaleza como mercancía y fórmula matemática (en teoría) para adoptar una posición más sistémica y holística con relación a la madre tierra  en  el marco de una política seria que jalone el desarrollo sostenible.
Para nadie es un secreto que la cumbre  se realizó en el marco de una serie  de crisis  a nivel mundial, crisis en lo ambiental, climática, social, económica y financiera;  sin precedentes en la historia de la humanidad,  y con unos bloques económicos desarrollados y economías emergentes que se disputan  el acceso y a la expoliación de mercancías y mercados  a nivel planetario. ¿Que nos queda y que le queda a la tierra luego de la cumbre?
De Rio+20 le queda al planeta por un lado un nuevo concepto en el as verba de la jerga del capitalismo y ecologismo mundial,  que se mezcla  con buenos designios y se camufla bajo la palabra mágica de “economía verde” con el fin de consolidar un marco teórico y metodológico del “desarrollo sostenible -que no es más que la forma de institucionalizar la explotación mercantilista de la naturaleza. Y por el otro  unos países industrializados que le apuntan a seguir hacia nuevas etapas en su fase desarrollo económico sin importar los otros, mas unas economías en vías de desarrollo que persiguen el sueño dorado de los industrializados, junto a un gran número de países pobres que no quieren seguir siendo  los de abajo, los del mundo subdesarrollado. Mientras el  planeta tierra finito por naturaleza, soporta la huella ecológica de estas intenciones. Podremos vivir juntos manifestó  a fínales del siglo XX  con sapiencia el sociólogo francés Alan Touraine.
Es de rescatar la posición que asumió el grupo del ALBA más Brasil e India entorno a la reivindicación del derecho al desarrollo, valorando y respetando la Madre tierra y sus recursos naturales, en el marco de una soberanía nacional que decida sobre sus propios recursos naturales y la toma de decisiones en materia de política pública e instando a la aplicación  de las leyes internacionales.


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