La semana pasada el mundo entero recibió la noticia del mayor hallazgo del
siglo XXI: el descubrimiento del Bolsón
de Higgs; la famosa “partícula de Dios” aquella que le da
a los átomos su masa tras la gran
explosión del Big ban.
Su descubrimiento
fue posible gracias al esfuerzo de connotados científicos que durante cincuenta
años estuvieron rastreándola a través de los aceleradores de partículas. Sin
embargo desde el año 2009 con la puesta en funcionamiento del Centro
Europeo de Física de Partículas
(CERN) y su potente colisionador de Hadrones (un túnel de 27 kilómetros de circunferencia llamado
la máquina del Big Bam donde se chocan
partículas subatómicas que viajan en direcciones opuestas para recrear las condiciones que dieron al
origen del Bigbam) se fue cercando el
cerco hacia su descubrimiento encontrando otra pieza fundamental del universo.
Mientras en el CERN los científicos celebraban con júbilo su descubrimiento, en el país del sagrado corazón, los colombianos, luego de vivir la triste historia a la reforma a la justicia llegábamos a media semana para despertarnos con el reality
shows del patriarca y jerarca del
Ubérrimo y su plataforma de Puro Centro
democrático para salvar el
país del rumbo santista y la
amenaza facinerosa terrorista.
Esta es la
tragicomedia nuestra de cada cuatro años, el circo electoral al que nos tienen acostumbrados a los
colombianos los payasos de turno (con el perdón de los payasos) que le han vendido el alma al diablo, tienen
más disfraces partidarios que un camaleón; y creen según ellos defender los más dignos intereses del país y
la nación. Su última perla crear un sistema unicameral en el congreso y
una constituyente para reformar la justicia para encauzar el país; Siendo ellos
mismos y sus secuaces delincuentes, los que se han enriquecido acosta del erario público y la entrega de los recursos naturales de municipios y departamentos a las multinacionales;
mientras en el país un poco más de 30 millones de compatriotas
viven en condiciones de pobreza, marginalidad y
pauperización
Y si la ciencia
avanza develando los misterios del Universo y a su vez descubriéndonos a nosotros mismos como especie humana; nosotros en el país de macondo vivimos inmersos en la malparidez cósmica
siendo protagonistas de nuestro propio reality en la más vieja “democracia” de América
Latina.
Hoy se
viene cocinando el nuevo escenario
político de cara a las futuras elecciones para cámara, senado y presidencia, de seguro a estas tierras llaneras llegaran los cantos
de sirena del patriarca del Ubérrimo
buscando adeptos para su proyecto
político, tratando de atrapar incautos para el nuevo shows mediático.
Depende de nosotros
los llaneros, de la ciudadanía en movimiento, si desconectamos los cables de la
manipulación y nos conectamos con la
urgente realidad política de pensar el país. Es la gente de a pie, el ciudadano del común quien
tienen en sus manos el control a la hora de escoger su destino en la vida real.
The term "God Particle" came from the book "The God Particle / If the Universe is the Answer, What is the Question?," by Leon Lederman & Dick Teresi (first published in 1993 and reissued in 2006), which is in the bibliography of my free ebook on comparative mysticism.
ResponderEliminarIn his Preface Dr. Lederman, a Nobel laureate in physics, wrote:
Now as for the title, The God Particle, my coauthor, Dick Teresi, has agreed to accept the blame. I mentioned the phrase as a joke once in a speech, and he remembered it and used it as the working title of the book. "Don't worry," he said, "no publisher ever uses the working title on the final book." The title ended up offending two groups: 1) those who believe in God and 2) those who do not. We were warmly received by those in the middle.